El imperialismo estadounidense ha dado un nuevo paso en dirección a profundizar las agresiones contra la Revolución Bolivariana. Frustrados y desesperados por 16 años de fracasos políticos y militares en Venezuela: por la victoria electoral del presidente Hugo Chávez en 1998; por los fracasados intentos de chantajearlo en sus primeros años de gobierno; por la fallida intentona golpista de 2002; el fracasado sabotaje petrolero en 2003; la captura de 200 paramilitares colombianos en 2004, que se disponían para un plan magnicida; las sucesivas 19 derrotas electorales de sus factores políticos mercenarios-agentes de los Estados Unidos; la victoria electoral del presidente Nicolás Maduro tras la desaparición física del presidente Comandante Hugo Chávez en 2013; la inefectiva guerra económica; el estropeado plan denominado “La Salida” del seudo líder opositor Leopoldo López en prisión desde 2014; y por su más reciente frustrado golpe de Estado, en el que se pretendía bombardear sitios estratégicos en la ciudad capital y asesinar al presidente Nicolás Maduro, etc., hoy las hienas imperiales pasan a la ofensiva criminal directa contra el país.
La más reciente orden ejecutiva de la Casa Blanca que pretende calificar a Venezuela como una “amenaza para la seguridad” de los Estados Unidos, reza textualmente lo siguiente: “Yo, Barack Obama, (…) considero que la situación en Venezuela (…) constituye una amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y la política externa de Estados Unidos (…) “Por ello declaro una emergencia nacional para enfrentar esa amenaza” [1]. Ésta desfachatada, ridícula e irracional declaración de amenaza intervencionista contra el gobierno revolucionario, viene a constituir el punto más álgido de todas las agresiones imperialistas de los últimos años.
Sin embargo, lejos de significar ésta una simple “reacción desesperada” o juego de palabras de la Casa Blanca –que no deja de serlo– ante las políticas de reciprocidad diplomática recientemente exigidas por el valiente gobierno de Venezuela, en atención a las leyes internacionales [2], la administración del premio Nobel de la “Paz” de los sepulcros, el torcedor de brazos Barack Obama, abre las puertas para la activación de planes violentos que hemos venido advirtiendo.
Las hienas imperiales estadounidenses vienen proyectando desde mucho tiempo (2) dos escenarios contra Venezuela. El primero de ellos, es la intervención militar directa con marines estadounidenses, justificada en la “Responsabilidad de Proteger” a supuestos estudiantes y dirigentes opositores que los medios internacionales dicen “son víctima de la más cruel dictadura”. Para la ejecución del plan, sus agentes políticos-mercenarios en el país han recibido importantes sumas de dinero (en dólares estadounidenses) de Estados Unidos [3] con el propósito de financiar la logística necesaria para generar y mantener un clima de violencia generalizada y/o guerra civil en el país que legitime una intervención militar del imperio “benevolente” estadounidense, en aras de “hacer retornar la Paz en Venezuela”. Pero fracasaron en 2014, y volvieron a fracasar en lo que va de 2015.
Los recurrentes fracasos de los planes de desestabilizar Venezuela han llevado al imperialismo a cambiar de estrategia.
Con la declaración de Venezuela como “amenaza para la Seguridad de los Estados Unidos”, las hienas imperiales parecen concebir hoy la agresión mercenaria indirecta como el plan la más idóneo para procurar desgastar al gobierno revolucionario, de cara a las próximas elecciones. Por medio de esa declaración, el gobierno estadounidense podría desde ya justificar el uso de fondos públicos estadounidenses para financiar grupos mercenarios-terroristas y sus acciones contra objetivos civiles y militares en Venezuela.
La Casa Blanca ha firmado una declaración de guerra contra Venezuela
Son ejemplos Siria, Irak, Libia y Ucrania, donde los servicios secretos de Estados Unidos han venido entrenando y armando a los diferentes grupos fundamentalistas y neonazis ISIS-Daesh (mal conocidos como Estado Islámico), Frente Al Nusrah (rama de Al-Qaeda en Siria), y Esvoboda, Sector Derecho, entre otros, para combatir contra el gobierno legítimo de Bashar Al assad en Siria y Víctor Yanukovich en Ucrania.
La declaración de guerra contra Venezuela de la administración Obama, también recuerda el caso Nicaragüense en 1985, cuando aquel país fue igualmente declarado por el entonces presidente estadounidense Ronald Reagan como “una peligrosa amenaza para la seguridad de los Estados Unidos”. En aquella oportunidad, el gobierno de Reagan autorizó a la CIA para brindar apoyo a los grupos mercenarios Contras, que luchaban contra el gobierno de los sandinistas y operaban desde Costa Rica y Honduras [4]. El desgaste de las fuerzas sandinistas en Nicaragua por la acción de los Contras, hizo posible la victoria del a candidata imperial Violeta Chamorros en las elecciones presidenciales celebradas en 1990.
El presidente Maduro se ha crecido en las dificultades, y respondido valientemente a las amenazas imperiales como genuino hijo político del Comandante eterno Hugo Chávez. Cuenta con el respaldo mayoritario del pueblo venezolano, con la solidaridad mundial y con aliados estratégicos como Rusia y China.
Fuentes:
[1] Obama dice que la situación en Venezuela es una “amenaza para la seguridad nacional” de EEUUhttp://www.noticias24.com/internacionales/noticia/99332/obama-dice-que-la-situacion-en-venezuela-es-una-amenaza-a-la-seguridad-nacional-de-ee-uu/
[2] Reciprocidad: Venezuela establecerá Visas para estadounidenses. http://www.vtv.gob.ve/articulos/2015/02/28/reciprocidad-venezuela-establecera-visas-a-viajeros-de-eeuu-y-cobradas-en-dolares-video-4593.html
[3] Oposición recibe pacas de dólares de Estados Unidos http://www.aporrea.org/actualidad/n212669.html
[4] Reagan en Latinoamérica http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_3784000/3784325.stm