#DejenDeSeguirme es la campaña para que los gobiernos no puedan seguir espiando las comunicaciones personales de los ciudadanos.
Segun Amnistía, en el momento de su fundación, Internet se consideró como un espacio en el que florecerían la libertad de expresión y los debates abiertos. Esta visión está hoy en peligro.
Los gobiernos espían todo lo que hacemos en Internet. Las agencias estatales de seguridad e inteligencia están usando la vigilancia masiva de la Red para espiar nuestros correos electrónicos personales, llamadas telefónicas, búsquedas en Internet, listas de contactos, ubicaciones telefónicas, imágenes de webcams y mucho más.
Estos programas constituyen una violación de los derechos humanos de personas de todo el mundo. Vulneran la intimidad a escala masiva y tienen un efecto inhibitorio en la libertad de expresión.
AMNISTIA SOLICITA
Como una sola voz, pedimos a esos dirigentes:
1. Que pongan fin a la vigilancia masiva y garanticen que todas las operaciones de vigilancia de las comunicaciones se ajusten al derecho internacional de los derechos humanos.
2. Que garanticen que la vigilancia de las comunicaciones sólo se lleva a cabo cuando es selectiva, se basa en pruebas suficientes de conducta delictiva y está autorizada por una autoridad estrictamente independiente, como la judicial.
3. Que pongan en conocimiento público las normas y políticas en materia de vigilancia, incluidas las relativas al intercambio de información con otros Estados.
4. Que garanticen que existe una supervisión parlamentaria y judicial transparente e independiente de las facultades de vigilancia.
5. Que protejan a la población frente a la vigilancia indiscriminada por parte de otros Estados.
6. Que pongan fin al intercambio de información con Estados extranjeros cuando signifique someter a la población a una vigilancia de las comunicaciones contraria al derecho internacional de los derechos humanos.
¡ACTÚA!
Firma hoy mismo para que juntos podamos impedir que los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido —así como a los de sus estrechos aliados Australia, Canadá y Nueva Zelanda—espíen nuestras comunicaciones personales.
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